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Libro del Génesis Libros 16-20 El nacimiento de Ismael 16 1 Sarai, la esposa de Abrám, no
le había dado ningún hijo. Pero ella tenía una esclava egipcia
llamada Agar. 2 Sarai dijo a Abrám: "Ya que el Señor me impide
ser madre, únete a mi esclava. Tal vez por medio de ella podré tener
hijos". Y Abrám accedió al deseo de Sarai. 3 Ya hacía diez años que Abrám vivía en Canaán,
cuando Sarai, su esposa, le dio como mujer a Agar, la esclava egipcia.
4 Él se unió con Agar y ella concibió un hijo. Al ver que estaba
embarazada, comenzó a mirar con desprecio a su dueña. 5 Entonces
Sarai dijo a Abrám: "Que mi afrenta recaiga sobre ti. Yo misma
te entregué a mi esclava, y ahora, al ver que está embarazada, ella
me mira con desprecio. El Señor sea nuestro juez, el tuyo y el mío".
6 Abrám respondió a Sarai: "Puedes disponer de tu esclava. Trátala
como mejor te parezca". Entonces Sarai la humilló de tal manera,
que ella huyó de su presencia. 7 El Ángel del Señor la encontró en el desierto,
junto a un manantial –la fuente que está en el camino a Sur– 8 y
le preguntó: "Agar, esclava de Sarai, ¿de dónde vienes y adónde
vas?". "Estoy huyendo de Sarai, mi dueña", le respondió
ella. 9 Pero el Ángel del Señor le dijo: "Vuelve con tu dueña
y permanece sometida a ella". 10 Luego añadió: "Yo
multiplicaré de tal manera el número de tus descendientes, que nadie
podrá contarlos". 11 Y el Ángel del Señor le siguió diciendo: "Tú has concebido y darás a
luz un hijo, al que llamarás Ismael, porque el Señor ha escuchado tu
aflicción. 12 Más que un hombre,será un asno
salvaje: alzará su mano contra todos y todos la alzarán contra él; y vivirá enfrentado a todos sus
hermanos". 13 Agar llamó al Señor, que le había hablado, con
este nombre: "Tú eres El Roí, que significa ‘Dios se hace
visible’", porque ella dijo: "¿No he visto yo también a
aquel que me ve?". 14 Por eso aquel pozo, que se encuentra entre
Cades y Bered, se llamó Pozo de Lajai Roí, que significa "Pozo
del Viviente que me ve". 15 Después Agar dio a Abrám un hijo, y Abrám lo
llamó Ismael. 16 Cuando Agar lo hizo padre de Ismael, Abrám tenía
ochenta y seis años. La circuncisión, signo de la alianza 17 1 Cuando Abrám tenía noventa y
nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: "Yo soy el Dios Todopoderoso. Camina en mi presencia y sé
irreprochable. 2 Yo haré una alianza contigo, y te daré una descendencia muy
numerosa". 3 Abrám cayó con el rostro en tierra, mientras Dios
le seguía diciendo: 4 "Esta será mi alianza contigo: tú serás
el padre de una multitud de naciones. 5 Y ya no te llamarás más Abrám:
en adelante tu nombre será Abraham, para indicar que yo te he
constituido padre de una multitud de naciones. 6 Te haré
extraordinariamente fecundo: de ti suscitaré naciones, y de ti nacerán
reyes. 7 Estableceré mi alianza contigo y con tu descendencia a través
de las generaciones. Mi alianza será una alianza eterna, y así yo
seré tu Dios y el de tus descendientes. 8 Yo te daré en posesión
perpetua, a ti y a tus descendientes, toda la tierra de Canaán, esa
tierra donde ahora resides como extranjero, y yo seré su Dios". 9 Después, Dios dijo a Abraham: "Tú, por tu
parte, serás fiel a mi alianza; tú, y también tus descendientes, a
lo largo de las generaciones. 10 Y esta es mi alianza con ustedes, a
la que permanecerán fieles tú y tus descendientes: todos los varones
deberán ser circuncidados. 11 Circuncidarán la carne de su prepucio,
y ese será el signo de mi alianza con ustedes. 12 Al cumplir ocho días,
serán circuncidados todos los varones de cada generación, tanto los
nacidos en la casa como los que hayan sido comprados a un extranjero,
a alguien que no es de tu sangre. 13 Sí, tanto los nacidos en tu casa
como los que hayan sido comprados, serán circuncidados. Así ustedes
llevarán grabada en su carne la señal de mi alianza eterna. 14 Y el
incircunciso, aquel a quien no se haya cortado la carne de su
prepucio, será excluido de su familia, porque ha quebrantado mi
alianza". El anuncio del nacimiento de Isaac 15 También dijo Dios a Abraham: "A Sarai, tu
esposa, no la llamarás más Sarai, sino que su nombre será Sara. 16
Yo la bendeciré y te daré un hijo nacido de ella, al que también
bendeciré. De ella suscitaré naciones, y de ella nacerán reyes de
pueblos". 17 Abraham cayó con el rostro en tierra, y se sonrió,
pensando: "¿Se puede tener un hijo a los cien años? Y Sara, a
los noventa, ¿podrá dar a luz?". 18 Entonces Abraham dijo a
Dios: "Basta con que Ismael viva feliz bajo tu protección".
19 Pero Dios le respondió: "No, tu esposa Sara te dará un hijo,
a quien pondrás el nombre de Isaac. Yo estableceré mi alianza con él
y con su descendencia como una alianza eterna. 20 Sin embargo, también
te escucharé en lo que respecta a Ismael: lo bendeciré, lo haré
fecundo y le daré una descendencia muy numerosa; será padre de doce
príncipes y haré de él una gran nación. 21 Pero mi alianza la
estableceré con Isaac, el hijo que Sara te dará el año próximo,
para esta misma época". 22 Y cuando terminó de hablar, Dios se
alejó de Abraham. 23 Entonces Abraham tomó a su hijo Ismael y a todos
los demás varones que estaban a su servicio –tanto los que habían
nacido en su casa como los que había comprado– y aquel mismo día
les circuncidó la carne del prepucio, conforme a la orden que Dios le
había dado. 24 Cuando fueron circuncidados, Abraham tenía noventa y
nueve años, 25 y su hijo Ismael, trece. 26 Abraham e Ismael fueron
circuncidados el mismo día; 27 y todos los varones de su servidumbre,
los nacidos en su casa y los comprados a extranjeros, fueron
circuncidados junto con él. La visita del Señor a Abraham en Mamré 18 1 El Señor se apareció a Abraham
junto al encinar de Mamré, mientras él estaba sentado a la entrada
de su carpa, a la hora de más calor. 2 Alzando los ojos, divisó a
tres hombres que estaban parados cerca de él. Apenas los vio, corrió
a su encuentro desde la entrada de la carpa y se inclinó hasta el
suelo, 3 diciendo: "Señor mío, si quieres hacerme un favor, te
ruego que no pases de largo delante de tu servidor. 4 Yo haré que les
traigan un poco de agua. Lávense los pies y descansen a la sombra del
árbol. 5 Mientras tanto, iré a buscar un trozo de pan, para que
ustedes reparen sus fuerzas antes de seguir adelante. ¡Por algo han
pasado junto a su servidor!". Ellos respondieron: "Está
bien. Puedes hacer lo que dijiste". 6 Abraham fue rápidamente a la carpa donde estaba
Sara y le dijo: "¡Pronto! Toma tres medidas de la mejor harina,
amásalas y prepara unas tortas". 7 Después fue corriendo hasta
el corral, eligió un ternero tierno y bien cebado, y lo entregó a su
sirviente, que de inmediato se puso a prepararlo. 8 Luego tomó
cuajada, leche y el ternero ya preparado, y se los sirvió. Mientras
comían, él se quedó de pie al lado de ellos, debajo del árbol. 9 Ellos le preguntaron: "¿Dónde está Sara, tu
mujer?". "Ahí en la carpa", les respondió. 10
Entonces uno de ellos le dijo: "Volveré a verte sin falta en el
año entrante, y para ese entonces Sara habrá tenido un hijo".
Mientras tanto, Sara había estado escuchando a la entrada de la
carpa, que estaba justo detrás de él. 11 Abraham y Sara eran
ancianos de edad avanzada, y los períodos de Sara ya habían cesado.
12 Por eso, ella rió en su interior, pensando: "Con lo vieja que
soy, ¿volveré a experimentar el placer? Además, ¡mi marido es tan
viejo!". 13 Pero el Señor dijo a Abraham: "¿Por qué se ha
reído Sara, pensando que no podrá dar a luz, siendo tan vieja? 14 ¿Acaso
hay algo imposible para el Señor? Cuando yo vuelva a verte para esta
época, en el año entrante, Sara habrá tenido un hijo". 15 Ella
tuvo miedo, y trató de engañarlo, diciendo: "No, no me he reído".
Pero él le respondió: "Sí, te has reído". La intercesión de Abrahamen favor de Sodoma 16 Después, los hombres salieron de allí y se
dirigieron hacia Sodoma, y Abraham los acompañó para despedirlos. 17
Mientras tanto, el Señor pensaba: "¿Dejaré que Abraham ignore
lo que ahora voy a realizar, 18 siendo así que él llegará a
convertirse en una nación grande y poderosa, y que por él se
bendecirán todas las naciones de la tierra? 19 Porque yo lo he
elegido para que enseñe a sus hijos, y a su familia después de él,
que se mantengan en el camino del Señor, practicando lo que es justo
y recto. Así el Señor hará por Abraham lo que ha predicho acerca de
él". 20 Luego el Señor añadió: "El clamor contra Sodoma
y Gomorra es tan grande, y su pecado tan grave, 21 que debo bajar a
ver si sus acciones son realmente como el clamor que ha llegado hasta
mí. Si no es así, lo sabré". 22 Dos de esos hombres partieron de allí y se fueron
hacia Sodoma, pero el Señor se quedó de pie frente a Abraham. 23
Entonces Abraham se le acercó y le dijo: "¿Así que vas a
exterminar al justo junto con el culpable? 24 Tal vez haya en la
ciudad cincuenta justos. ¿Y tú vas a arrasar ese lugar, en vez de
perdonarlo por amor a los cincuenta justos que hay en él? 25 ¡Lejos
de ti hacer semejante cosa! ¡Matar al justo juntamente con el
culpable, haciendo que los dos corran la misma suerte! ¡Lejos de ti!
¿Acaso el Juez de toda la tierra no va a hacer justicia?". 26 El
Señor respondió: "Si encuentro cincuenta justos en la ciudad de
Sodoma, perdonaré a todo ese lugar en atención a ellos". 27 Entonces Abraham dijo: "Yo, que no soy más
que polvo y ceniza, tengo el atrevimiento de dirigirme a mi Señor. 28
Quizá falten cinco para que los justos lleguen a cincuenta. Por esos
cinco ¿vas a destruir toda la ciudad?". "No la destruiré
si encuentro allí cuarenta y cinco", respondió el Señor. 29
Pero Abraham volvió a insistir: "Quizá no sean más que
cuarenta". Y el Señor respondió: "No lo haré por amor a
esos cuarenta". 30 "Por favor, dijo entonces Abraham, que mi Señor
no lo tome a mal si continúo insistiendo. Quizá sean solamente
treinta". Y el Señor respondió: "No lo haré si encuentro
allí a esos treinta". 31 Abraham insistió: "Una vez más,
me tomo el atrevimiento de dirigirme a mi Señor. Tal vez no sean más
que veinte". "No la destruiré en atención a esos
veinte", declaró el Señor. 32 "Por favor, dijo entonces
Abraham, que mi Señor no se enoje si hablo por última vez. Quizá
sean solamente diez". "En atención a esos diez, respondió,
no la destruiré". 33 Apenas terminó de hablar con él, el Señor
se fue, y Abraham regresó a su casa. La corrupción de Sodoma 19 1 Los dos ángeles llegaron a
Sodoma al atardecer, mientras Lot estaba sentado a la puerta de la
ciudad. Al verlos, se levantó para saludarlos, e inclinándose hasta
el suelo, 2 les dijo: "Les ruego, señores, que vengan a pasar la
noche en casa de este servidor. Lávense los pies, y mañana bien
temprano podrán seguir viaje". "No, le respondieron ellos,
pasaremos la noche en la plaza". 3 Pero él les insistió tanto,
que al fin se fueron con él y se hospedaron en su casa. Lot les
preparó una comida, hizo cocinar galletas sin levadura, y ellos
comieron. 4 Aún no se habían acostado, cuando los hombres de
la ciudad, los hombres de Sodoma, se agolparon alrededor de la casa.
Estaba la población en pleno, sin excepción alguna, desde el más
joven hasta el más viejo. 5 Entonces llamaron a Lot y le dijeron:
"¿Dónde están esos hombres que vinieron a tu casa esta noche?
Tráelos afuera para que tengamos relaciones con ellos". 6 Lot se
presentó ante ellos a la entrada de la casa, y cerrando la puerta
detrás de sí, 7 dijo: "Amigos, les suplico que no cometan esa
ruindad. 8 Yo tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las traeré,
y ustedes podrán hacer con ellas lo que mejor les parezca. Pero no
hagan nada a esos hombres, ya que se han hospedado bajo mi
techo". 9 Ellos le respondieron: "Apártate de ahí". Y
añadieron: "Este individuo no es más que un inmigrante, y ahora
se pone a juzgar. A ti te trataremos peor que a ellos". Luego se
abalanzaron violentamente contra Lot, y se acercaron para derribar la
puerta. 10 Pero los dos hombres, sacando los brazos, llevaron a Lot
adentro y cerraron la puerta. 11 Y a todos los que estaban a la
entrada de la casa, pequeños y grandes, los hirieron con una luz
enceguecedora, de manera que ya no pudieron abrirse paso. La destrucción de Sodoma 12 Después los hombres preguntaron a Lot: "¿Tienes
aquí algún otro pariente? Saca de este lugar a tus hijos e hijas y a
cualquier otro de los tuyos que esté en la ciudad, 13 porque estamos
a punto de destruir este lugar: ha llegado hasta la presencia del Señor
un clamor tan grande contra esta gente, que él nos ha enviado a
destruirlo". 14 Entonces Lot salió para comunicar la noticia a
sus yernos, los que iban a casarse con sus hijas. "¡Pronto!, les
dijo, abandonen este lugar, porque el Señor va a destruir la
ciudad". Pero sus yernos pensaron que estaba bromeando. 15 Al despuntar el alba, los ángeles instaron a Lot,
diciéndole: "¡Vamos! Saca a tu mujer y a tus dos hijas que están
aquí, para que no seas aniquilado cuando la ciudad reciba su
castigo". 16 Como él no salía de su asombro, los hombres lo
tomaron de la mano, lo mismo que a su esposa y a sus dos hijas, y lo
sacaron de la ciudad para ponerlo fuera de peligro, porque el Señor
tuvo compasión de él. 17 Después que lo sacaron, uno de ellos dijo:
"Huye, si quieres salvar la vida. No mires hacia atrás, ni te
detengas en ningún lugar de la región baja. Escapa a las montañas,
para no ser aniquilado". 18 Lot respondió: "No, por favor,
Señor mío. 19 Tú has sido bondadoso con tu servidor y me has
demostrado tu gran misericordia, salvándome la vida. Pero yo no podré
huir a las montañas, sin que antes caigan sobre mí la destrucción y
la muerte. 20 Aquí cerca hay una ciudad –es una población
insignificante– donde podré refugiarme. Deja que me quede en ella,
ya que es tan pequeña, y así estaré a salvo". 21 Entonces él
le respondió: "Voy a complacerte una vez más: no destruiré la
ciudad de la que hablas. 22 Pero apúrate; refúgiate en ella, porque
no podré hacer nada hasta que llegues allí". Por eso la ciudad
recibió el nombre de Soar, que significa "pequeño
poblado". 23 Cuando el sol comenzó a brillar sobre la tierra,
Lot entró en Soar. 24 Entonces el Señor hizo llover sobre Sodoma y
Gomorra azufre y fuego que descendían del cielo. 25 Así destruyó
esas ciudades y toda la extensión de la región baja, junto con los
habitantes de las ciudades y la vegetación del suelo. 26 Y como la
mujer de Lot miró hacia atrás, quedó convertida en una columna de
sal. 29 Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la región
baja, se acordó de Abraham, librando a Lot de la catástrofe con que
arrasó las ciudades donde él había vivido. El origen de los moabitas y de los amonitas 30 Lot salió de Soar y subió a la montaña, donde se
radicó con sus dos hijas, porque tuvo miedo de quedarse en Soar. Allí
se instaló con ellas en una caverna. 31 Entonces la mayor dijo a la menor: "Nuestro
padre está viejo y no hay ningún hombre en el país para que se una
con nosotras como lo hace todo el mundo. 32 Emborrachémoslo con vino
y acostémonos con él; así, por medio de nuestro padre, tendremos
una descendencia". 33 Esa noche dieron de beber a su padre, y la
mayor se acostó con él, sin que él se diera cuenta de lo que sucedía.
Abraham y Sara en Guerar 20 1 Desde allí, Abraham se trasladó
a la zona del Négueb y se estableció entre Cades y Sur. Después fue
a Guerar, para quedarse allí por un tiempo. 2 Abraham decía de Sara,
su esposa: "Es mi hermana". Entonces Abimélec, el rey de
Guerar, mandó que le llevaran a Sara. 3 Pero esa noche, Dios se
presentó en sueños a Abimélec y le dijo: "Tú vas a morir a
causa de la mujer que has tomado, porque es casada". 4 Abimélec,
que no había convivido con ella, le respondió: "Señor mío, ¿vas
a quitarle la vida a una persona inocente? 5 ¿Acaso su marido no me
dijo que era su hermana? ¿Y ella no lo confirmó, diciendo que él
era su hermano? Yo lo hice de buena fe y con las manos limpias".
6 Dios le respondió durante el sueño: "Ya sé que lo hiciste de
buena fe. Por eso, yo mismo evité que pecaras contra mí, impidiendo
que la tocaras. 7 Pero ahora, devuélvele la mujer a ese hombre. Él
es un profeta, y va a interceder en tu favor, para que salves tu vida.
Si no se la devuelves, ten la plena seguridad de que morirás, tú y
todos los tuyos". 14 Abimélec tomó ovejas y vacas, esclavos y
esclavas, y se los dio a Abraham; y también le devolvió a Sara, su
esposa. 15 Después le dijo: "Mi país está a tu disposición:
radícate donde mejor te parezca". 16 Y a Sara le dijo: "He
dado mil monedas de plata a tu hermano. Esto eliminará toda sospecha
contra ti en aquellos que están contigo, y tú quedarás enteramente
rehabilitada". 17 Abraham intercedió delante de Dios, y Dios curó a
Abimélec, a su mujer y a sus sirvientas, que volvieron a tener hijos.
18 Porque Dios había hecho estéril el seno de todas las mujeres en
la casa de Abimélec, a causa de Sara, la esposa de Abraham.
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